la copa menstrual
Ya les he contado que sufro de cambios de humor durante mi menstruación. Hace unos dos años escuché de este producto por oídos de una prima y me mostré curiosa de inmediato como suele pasar conmigo: es un producto reutilizable que se coloca durante los tres a cinco días del sangrado. A diferencia de un tampón o las toallas sanitarias retiene el flujo en lugar de absorberlo. Deben esterilizarse antes de su primer uso, se introduce plegándola y luego debe quedar completamente abierta dentro de la vagina. Luego de cada 10 o 12 horas se vacía, se lava muy bien con agua y jabón y se vuelve a introducir. Creo que casi siempre he sido una chica con mente abierta así que me interesó, pero pensé que no podía adquirirla porque aunque en muchas farmacias de América la venden, Venezuela no es uno de esos países o eso creía. Hace casi dos semanas mi madre consiguió un foro en el facebook de una señora que las vende en San Cristóbal, y la compré por 8000 bolívares. Las instrucciones especifican que se debe poner primero en agua hirviendo durante tres minutos para su esterilización. Recién pude buscar el paquete hoy a Domesa y cuando la tuve en mis manos... ¡qué pequeña era! Estaba un poco nerviosa pero hice el protocolo que leí en las instrucciones y en internet.
Me bañé bastante bien, lavé mis manos y me puse en ello. Como no puedo ver nada en absoluto no pude saber de dibujos o diagramas no tuve saber si estaba en forma correcta, en una de las páginas leí que la mayoría de las chicas consigue agarrarle el truco después de dos o tres intentos y que debo ser paciente.https://www.instagram.com/p/BL1lKenAIjr/?taken-by=tucopamenstrual_vzla probé dos posiciones, pero decidí que sentada en el inodoro era la ideal. Las instrucciones sugerían que no se probara en seco porque se lubrica más durante la menstruación, y como es mi semana tuve la oportunidad de intentarlo. Probé con el pliegue "c" y enrollándola, pero el problema es que mi orificio vaginal es muy pequeño tal vez por ser virgen y por eso costó más que entrara. Suelo tomar al pie de la letra lo que leo, así que traté de relajarme. Luego de cinco minutos de estar sentada, al final sentí alivio cuando por enésima vez la enrollé y sentí que se deslizaba dentro.
Esta entrada la comencé yer y hoy es mi tercer día. Esta mañana antes de entrenar la probé de nuevo, conseguí que me entrara a eso del tercer intento, esta vez con una pierna en la pared tras el inodoro. Con el paso del tiempo estoy segura que será mejor.
Yeudy Guerra
Es extraño que escriba el nombre de alguien como un subtítulo de un post, pero él es alguien bastante especial para mi. Desde pequeña no he tenido muchos amigos y no soy capaz de llamar amigo a cualquier persona que conozco, porque el concepto de amistad para mi es concreto: confianza mutua, el haber estado en buenos y malos momentos por la otra persona, respeto, tolerancia y tiempo de calidad. Si esas cosas no se cumplen totalmente, no podría decir que quien comparte conmigo es mi amigo con todas las palabras. Por cierto acabo de pensar releyendo esas características que ¡es algo parecido a alguien que escogería como novio! Claro que esta sociedad es casi la norma decirle a cualquiera amigo, y yo la sigo sin problemas. En fin, Este chico es quien cumple estas características en su totalidad: es mi confidente, como un hermano y más que mi amigo... ¡un excelente primo!!!

En 2011 cuando terminé con mi segundo novio, casualmente estaba en Maracaibo y al día siguiente de haberlo terminado se lo comenté. Él siguió por un momento en el computador, casi pensaba que no me había escuchado bien o estaba concentrado en lo que hacía, pero luego preguntó «¿y eso?» Le respondí y solo me dijo «hmmmm» No Emitió opinión que recuerde, pero supe que estuvo atento. Recuerdo que por esos días solía estar sola porque no me sentía muy bien y un día simplemente me dijo «vamos a hacerle una despedida a un amigo en una granja ¿quieres ir?» Estaba segura que por mi estado de ánimo quería hacerme sentir mejor, pero no estaba segura. Después de un tiempo sin embargo, me convencí y fui. Pasé un día bastante alegre; no podría decir que el mejor, pero sin proponérselo, consiguió que por lo menos por ese día olvidara de mi tristeza.
Como dije, fue un pasado estupendo. Sin embargo en 2015 su vida dio un cambio... ahora tiene una pequeña de unos meses. La distancia me ha pegado un poco y por eso aún me aferro a los recuerdos; ya no puede venir como antes porque debe atender a la niña -una hermosura por cierto-, pero aún las veces que voy al Zulia hablamos de vez en cuando, es un padre feliz, así que también lo soy.
Ahora me despido, no sin antes recordarles que estén pendientes a mi próxima entrada. Los quiere como siempre, Zoraya.

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