martes, 3 de mayo de 2016

Técnica y respiración.

La escasez está peor si cabe: no tenemos papel, champú, enjuague para el cabello ni toallas diarias. Mi madre y yo al ponernos de acuerdo para salir hoy por la mañana temprano a hacer cola para comprar productos regulados, nos quedamos dormidas las dos ¡y la cosa no termina! Maduro anunció el martes otro aumento salarial, lo que conlleva al aumento de los precios en todo aunque claro, los precios se elevan así no se aumente el sueldo. Unos partidos políticos de la oposición recolectaron casi 2000000 de firmas para activar un referéndum revocatorio para nuestro actual presidente. El día de la madre está ya muy cerca y los juegos olímpicos y paralímpicos de río también lo están. Bueno... los paralímpicos no tanto porque son en septiembre.
En fin, les contaré con detalle las competencias de la semana pasada. Brayan, mi guía, me dijo unas horas antes de irme que no me podría acompañar aunque no lo dijo exactamente con esas palabras, sino que empezó a decirme un montón de cosas sobre su trabajo: que el reposo no se lo aceptarían, que necesitaba dinero, que la situación estaba difícil... me dejó bastante decepcionada porque teníamos mucho tiempo de práctica y lo de Barquisimeto estaba hablado desde casi tres semanas antes, por lo que si habían cosas de su trabajo que quisiera decirme hubiese podido conversarlo mucho antes conmigo. Así que el miércoles a eso de las 9:30am, mi madre y yo estábamos en el terminal de Caracas, para abordar algún transporte cheap que nos llevara hasta Barquisimeto. Apenas llegamos un señor salió a su encuentro ofreciéndole pagar 3000Bs.f por un carro; era muy costoso así que fuimos un poco más dentro del terminal y un bús nos llevó por 950Bs.f ¡con aire acondicionado! No pudo haber elegido mejor. Obviamente lo cheap tiene sus consecuencias; aunque llegamos en cuatro horas y no en cinco, el chofer estuvo con el equipo de sonido a todo volumen durante todo el viaje. Al llegar, nos sentamos en un banco en frente de la villa deportiva porque aún no nos asignaron habitación. Me reencontré con Cristal, una bonita chica de Aragua que compite en lanzamientos a la que conocí el año pasado en el primer open que fui a competir y ¡no me recordaba de su tono de voz! Ya Richard e Irene (mi entrenador y mi compañera de entrenamiento) estaban hospedados desde el día anterior al que llegamos, y nos acompañaron a mi madre y a mi a una panadería cercana. Antes de ir una muchacha nos prestó su habitación para guardar nuestros bolsos, porque estábamos súper cansadas después de cargarlos todo el día. En la panadería comimos unos trozos de pizza geniales y al regresar conseguí a Sol, una chica maracucha que siempre ha sido muy buena corriendo, de hecho los maracuchos son rápidos. Me fui a cenar con ella una hora y media más tarde y con otros compañeros de ella, también zulianos. Lo pasé bien con ellos; un poco incómoda porque no los conozco del todo, pero me adapté fácil supongo que por mi sangre familiar jaja, no sé si he comentado que toda mi familia es de Maracaibo. Me hubiese encantado seguir charlando con ellas en la habitación de la villa donde se estaban quedando, pero necesitaba descansar porque tenía que competir en la prueba de 100m al día siguiente y el viaje me había agotado, y gracias a dios antes de cenar nos asignaron en la habitación dos del quinto piso, teniendo en cuenta que en la villa se asignaban habitaciones que debíamos compartir con otras chicas.
A eso de las 5:30 de la mañana nos le vantamos, alistamos y a las 6:30 bajamos a desayunar en el comedor de la villa.; teníamos que estar en el polideportivo Máximo Viloria a las 8:00 porque a esa hora supuestamente comenzaba la jornada.
Al llegar calentamos y sin embargo la jornada comenzó a las 9:00 menos 20. Irene también inscribió la prueba de 100m conmigo así que a Richard le tocó correr con las dos... ¡ya les explico!!! no pensarán que corrimos los tres ¿o sí? ¡eso no se puede! Jajaja pues bien, el juez nos puso a correr en dos series. La primera, en la que estaban otras dos chicas y yo y una segunda, que solo corrió Irene y la maracucha Sol. Los minutos previos a la carrera fueron los más tensos, estuvimos calentando y estirando, y por lo que oímos al juez que da la salida solo daba un segundo entre la posición de "listos" y la del disparo, así que debía estar pendiente.
«a sus marcas...» casi temblando, me acomodé en mi lugar y Richard en el suyo, con movimientos rápidos. Con el corazón alocado contra mis costillas, la espera se me hizo larga.
«¡listos!»: con los brazos estirados a ambos lados y el trasero levantado, lo único que me dio chance de pensar fue en correr duro. Literalmente solo me dio chance de pensar eso, porque un segundo después sonó el disparo: olvidé el braceo, el tiempo y olvidé incluso que podía pensar. Lo que recuerdo es que Richard iba a mi lado hablándome y que llegué primera en mi serie. Al llegar, Richard casi corrió otra vez al sitio de salida porque la segunda serie en la que estaba Irene salía casi de inmediato. Mientras él corría con ella, una profesora fisioterapeuta me vio: «Ven, levántate», me dijo, tendiéndome la mano porque estaba sentada en la grama. «no debes sentarte justo después de correr, podrías lesionarte» siguió, y luego me ayudó a quitarme los zapatos y acostarme en una camilla para ponerme hielo, que disfruté un montón. Aunque la competencia se dividió en dos series, los tiempos de todas se tomaron en cuenta. Ganó la maracucha Sol con un tiempo de 13,37 y mi tiempo fue de 14,14. Ese mediodía dormí bastante y por la tarde probé unas palmeritas deliciosas en la misma panadería del día anterior. Al día siguiente corrí los 200 metros y mi tiempo fue de 28,43s. Me traje dos medallas de bronce y me siento satisfecha y muy feliz por las marcas que tuve.
Gracias a dios esta es una tarde relajada, en la que escribo frente al computador con un vaso de jugo de naranja en frente. Los veo en otra publicación, en la que les contaré más detalles sobre esa última carrera. Los quiere, Zoraya.
«Aprendemos grandes cosas por pequeñas experiencias» Bram S