domingo, 13 de agosto de 2017

como el mar muerto

Está demás decir que nuestro país pasa por una situación difícil. Nicolás decidió convocar el primero de mayo pasado a una asamblea nacional constituyente. Y lo escribo así, en minúscula. Según Nicolás, con esta constituyente se pretende modificar la constitución de Venezuela en vigencia desde 1999 cuando, si no me equivoco, el presidente de ese entonces Hugo Chávez a través de la constituyente disolvió el congreso que se encargaba de ejecutar el poder legislativo, conformado por dos cámaras: la de Senadores y la de Diputados, y en su lugar designó una sola cámara de diputados que sería la Asamblea Nacional e hizo una nueva constitución.

El 30 de julio de 2017 se eligieron un poco más de 500 constituyentistas territoriales y sectoriales como: trabajadores, pensionados, personas con discapacidad, indígenas... Nicolás fue a votar casi a las 5:00 de la mañana en Catia. Probablemente porque no quería que lo abuchearan (demostrar desconformidad por alguien, sobre todo figuras públicas haciendo gestos de burla, según wikipedia) Debemos recordar que cuando la oposición realizó una consulta popular el 16 de julio sin el apoyo del Consejo Nacional Electoral sobre si la gente aprobaba o no una constituyente, este mismo sector fue asaltado por los colectivos (paramilitares armados) Murió una enfermera de nombre Xiomara Scott, 61 años.
Cabe destacar que la consulta popular que se hizo el 16 era eso exactamente, un referendum. Mientras que las elecciones convocadas por Nicolás el 30 de julio eran para votar por los constituyentistas. Durante todo ese día, el canal del Estado Venezolana de Televisión mostraba una constante luz de sol, alegría y diversas colas en los centros de votación. Dicho sea de paso la presidenta del Consejo Nacional Electoral Tibisay Lucena dictó dos medidas importantes que cambiaron la forma que tenían los electores para sufragar: en primer lugar, autorizó a los electores a votar en cualquier centro del municipio donde estuviesen registrados. Para quienes no son venezolanos y me leen, los electores normalmente votan en un solo centro de forma permanente; el mismo centro para todas las elecciones, esto con el fin de evitar el voto múltiple aunque también existen otras medidas como la tinta indeleble que también se suprimió para este caso.
En segundo lugar, autorizó la construcción de un centro de contingencia para votar, nada más y nada menos que en el Poliedro de Caracas. Por otra parte, la oposición mostró a través de internet (ya que la censura no permite sus ruedas de prensa ni noticias por la televisión), muchos centros de votación casi vacíos. Normalmente cuando se trata de elecciones, Tibisay Lucena casi nunca aparece durante el día sino cuando da los resultados, literalmente a las 12:00am. Vean esto, mis queridos lectores:
Por supuesto, esta constituyente ya está aprobada y en curso, sesionan nada más y nada menos que en el Palacio Federal Legislativo. De hecho antes de su primera sesión, circuló por las redes que en la madrugada la guardia nacional forzó uno de los salones. Desde que se instaló la constituyente ha destituído a la Fiscal General Luisa Ortega Díaz y juramentó a Tarek William Saab (antes defensor del pueblo) como supuesto suplente. Ratificó a Maduro en su cargo, adelantó elecciones de gobernadores para el 10 de octubre (decisión apoyada por el Consejo Nacional Electoral, claro), instaló presunta comisión de la verdad y aprobó por unanimidad una ley que introdujo Maduro, de carácter constitucional contra el odio y la violencia. Estoy un 80% segura que esa ley les caerá encima a los diputados de la Asamblea Nacional cuando los de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia lo consideren conveniente, tal como les está ocurriendo a los alcaldes opositores Carlos García, Ramón Muchacho, David Smolansky, Alfredo Ramos y los que me faltó nombrar.

Hace unas semanas hubo un asalto militar en la brigada 41 del estado Carabobo, una de las más grandes. Hace dos o tres días, capturaron a dos de los autores intelectuales de esta insurrección, el capitán Juan Caguaripano y el teniente Yefferson García, ambos con cédulas falsas.
Venezuela está viviendo una situación compleja de la que será difícil, pero no imposible salir: muchos presos políticos, detenidos jóvenes en su mayoría, abandono de las aerolíneas internacionales y cómo no olvidar a los muertos... en situaciones como esta, no debemos dejarnos llevar por el pánico ante cadenas enviadas por las redes sociales, ni retuitear o reenviar noticias que veamos de cuentas no verificadas. Seamos cuidadosos con la información, seamos como el mar muerto con los rumores. Todos llegan... pero ninguno sale.
«La dictadura, devoción fetichista por un hombre, es una cosa efímera, un estado de la sociedad en el que no puede expresarse los propios pensamientos,
en el que los hijos denuncian a sus padres a la policía; un estado semejante no puede durar mucho tiempo». Winston Churchill (1874-1965) Político británico